«La apertura de los mercados asiáticos y el mayor consumo de producto nacional va a ser la tabla de salvación de nuestro sector, cuando progresivamente se normalice la realidad que estamos viviendo ahora mismo»

En los últimos días se han incrementado las informaciones sobre el sector cárnico. La estabilidad bien trabajada por la asociaciones e interprofesionales se ha visto alterada con el impacto del coronavirus. El vacuno no deja de ser un referente de lo que está pasando en nuestra realidad cotidiana. La interprofesional Provacuno, que ha luchado por empujar el sector vacuno y llevarlo a cotas de internacionalización, ventas y difusión de la marca del vacuno español no vistas anteriormente, está ahora trabajando para no perder lo conseguido. Provacuno ha sido de las primeras entidades en presentar al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca un paquete de medidas urgentes y de aplicación inmediata. Anafric entrevista a Javier López, doctor Ingeniero Agrónomo y director de Provacuno.

 

   

¿En qué situación se encontraba el sector vacuno antes de la incidencia del coronavirus?

En Provacuno veníamos trabajando mucho y bien. El sector había conseguido una estabilidad del mercado, trabajando en diferentes frentes: a nivel ministerial, apoyando la apertura de mercado internacionales; a nivel de comunicación, a nivel de presencia en ferias procionando nuestro producto… Lo podemos decir alto y claro: disfrutábamos de un cierto equilbirio en el vacuno y de una relativa tranquilidad sectorial.

Se estaban consiguiendo cifras récord de producción en los últimos años tanto para una demanda interior en crecimiento fruto del aumento enla restauración, como por una mayor penetración en mercados internacionales. En definitiva, el vacuno estaba vivo, dinámico y ágil. Y en cuanto a mercados exteriores, teníamos recientemente abierto el exigente mercado japonés y estábamos pendientes de la apertura de Filipinas, al margen de la presencia en Argelia, uno de nuestros principales mercados en terceros países.

 

Antes del Covid-19, en Provacuno veníamos trabajando mucho y bien. El sector había conseguido una estabilidad del mercado, trabajando en diferentes frentes: a nivel ministerial, apoyando la apertura de mercado internacionales; a nivel de comunicación, a nivel de presencia en ferias procionando nuestro producto… Lo podemos decir alto y claro: disfrutábamos de un cierto equilbirio en el vacuno y de una relativa tranquilidad sectorial.

 

 

Pero el 14 de marzo se declaró  el Estado de Alarma…

 

En la semana previa se observó en el sector un ‘sobresacrificio’ de animales provocado por un temor a un posible desabastecimiento en los hogares. Pero tras el cierre del canal HORECA, todo nos dimos cuenta de la magnitud de la situación.

El mercado se ha partido en dos, en función de si el destino era la restaruación u hogares, lo que ha provocado que el vacuno mayor, la vaca, prácticamente no tenga salida, así como las lpiezas de mayor valor de la ternera y añojo. El lomo y el solomillo se van acumulando en las cámaras; sin embargo otras piezas que habitualmente se destinan al canal carnicería y supermercados, no han visto reducida su demanda. Algo lógico al incrementarse la demanda de los hogares. Además, el tiempo fresco que tenemos facilita la salida de carne para guisos, etc.

Lo que significa…

Primero, que el canal HORECA se ha cerrado a cal y canto y, por lo tanto, las piezas nobles se han acumulado. Y por otro lado, los consumidores en hogares han ido acumulando otras piezas de vaca y ternera. Por ejemplo, en este periodo se ha vendido carne picada como si no hubiera un mañana.

 

 

¿Y qué se ha dicho en el sector durante estas semanas?

 

Desde un punto de vista de gestión de un matadero o sala de despiece es muy complicado mantener piezas nobles, las de mayor valor en el escandallo de una canal, las que no se pueden dar salida y, por lo tanto, la solución que han adoptado algunas industrias ha sido la de reducir los sacrificios para intentar dar salida, con cesiones de precios, a todas las piezas.

A esto tenemos que sumar las dificultades con las pieles, problema que se venía arrastrando y esta situación agrava más todavía. En fin, que se vende, sí, pero el mercado está raro, como es lógico en una situación tan grave como la actual.

 

Y ustedes han sido de los primeros en reclamar ayudas…

 

Hemos  trasladado al Ministerio no solo nuestra preocupación por los efectos del Covid-19 en todos los eslabones del sector vacuno de la carne, sinó que las medidas que solicitábamos fueran directas e inmediatas.

 

¿Y cuáles son estas medidas?

 

Para que queden claras, las podemos dividir en tres.

Mirando a Europa y a corto plazo:

 

  • Que se activen de forma inmediata todas aquellas medidas que ya prevé la normativa comunitaria para estas situaciones, como la aplicación del articulo 17 y siguientes del Reglamento (UE) 1308, para apoyar al almacenamiento privado de piezas nobles utilizadas en el canal Horeca y restauracion.

 

  • Ayudas directas al sector, como ya se hizó en el 2019 al sector vacuno irlandés en previsión del impacto del Brexit. Se trata de directas al sector productor (cebaderos y vacas nodrizas) para su manutención y mantenimiento durante un plazo mayor de lo habitual, según establece el artículo 221 del Reglamento (UE) 1308/2103. Por lo tanto, ya hay un precedente creado.

 

Y a medio plazo:

  • Medidas de intervención en el caso de vacas, par que al menos sitúe un precio suelo, que ahora mismo no existe.

Sabemos que estas medidas europeas no son la solución al sector. Son parches. Pero sabemos que cuando pinchamos una rueda, tenemos que ponerle un parche para que ruede hasta hacer el cambio. Esto es lo que estamos pidiendo a nuestra administración para que la trabaje en  Europa.

 

En nuestras fronteras:

  • Realizar todas las acciones necesarias para mantener y facilitar las exportaciones tanto de carne como de animales vivos a nuestros principales destinos en terceros países. ¿Qué queremos decir con esto? Llamar la atención a nuestros representantes diplomáticos para que se trabaje con las navieras para que se continúe llevando carne a nuestro principal destino  en terceros países que es Argelia. Nos consta que desde nuestra administración se está trabajando en ello, tanto en España como en Argelia. Y desde Provacuno estamos colaborando en qué este flujo no vea cortado del todo tras el cierre del tránsito de pasajeros.

 

  • Insistir en la apertura del mercado chino: Es una reivindicación histórica del sector y creemos que ahora, en las circunstancias que tenemos a nuestro alrededor, tenemos una gran oportunidad. No requiere importe económico. Sí voluntad, sobre todo política, constancia y trabajo.

 

 

 

 

A nivel fiscal y de promoción:

  • Impulsar un programa de incentivos fiscales para ganaderos, cooperativas, industrias y otros operadores indispensables en la cadena de suministro afectado por esta situación.

 

  • Reclamar a medio plazo que el Ministerio lidere una campaña para reforzar y dar valor a toda la cadena del sector, desde el origen hasta el consumo final. Queremos que se realice esta campaña para que, cuando pase el actual confinamietno y se adquiera cierta normalidad con la progresiva apertura de la restauración, el consumidor no se olvide de que el sector ha estado ahí en los momentos duros, proporcionándoles los productos que ha demandado, y se consuma producto vacuno producido aquí,  ‘Made in Spain’.

 

Y ahora usted me preguntará… Y con estas peticiones, ¿solucionamos el problema? Pues no. Ninguna de las soluciones que planteamos por sí solas, acaban con el problema. Por eso hablaba antes de soluciones parche. Aunque hay algo que tenemos claro: la apertura de los mercados asiáticos y el mayor consumo de producto nacional va a ser la tabla de salvación de nuestro sector, cuando progresivamente se normalice la realidad que estamos viviendo ahora mismo.

 

Ninguna de las soluciones que planteamos por sí solas, acaban con el problema. Por eso hablaba antes de soluciones parche. Aunque hay algo que tenemos claro: la apertura de los mercados asiáticos y el mayor consumo de producto nacional va a ser la tabla de salvación de nuestro sector, cuando progresivamente se normalice la realidad que estamos viviendo ahora mismo.

 

Otros sectores de la carne también lo están pasando mal…

El vacuno está a medio gas… pero el sector de ovino y caprino, productos de lechazo, al ser un producto más estacional y muy dependiente del HORECA, están en una situación muy complicada. Estamos en el mismo sector de la carne y por lo tanto tenemos que actuar unidos. La reivindicación del ovino, también es la del  vacuno. Nuestra solidaridad, es la solidaridad de todo el sector.

 

 

 

Europa acaba de activar el mea culpa por no haber ayudado a Italia en los primeros días de la crisis pandémica. Cree que Europa debe defender más el sector agroalimentario de los países más afectados por el covid-19

 

Ya sabemos que las reacciones de Europa son lentas y complejas.  Hay que entender que las realidades de los 27 son bien diferentes. Y muchas veces las decisiones se adoptan cuando ya no hace falta o ya ha pasado lo peor de las crisis. Lo que es necesario es que la Comisión Europea ponga los cimientos para que el sistema siga funcionando y que no dejen caer su entramado agroindustrial, compuesto por productores, industriales, comercializadores, transportistas, proveedores de servicios, etc. En definitiva, todo aquella estructura que mantiene vivo un medio eminentemente rural, tan importante cuando se habla, por ejemplo, de la España vaciada. Pues ahora es el momento de que apuesten para no se vacíe más.

 

¿Cómo prevé la situación post-Covid-19?

Difícil, compleja, incierta. No tengo una bola mágica. Es la primera vez que vivimos una situación tan caótica como ésta, que tiene una afectación mundial.

Pero nos estamos moviendo en dos escenarios que, por supuesto, dependerán de la evolución de la pandemia y del levantamiento y de cuándo se produsca:

 

  • Unos meses de verano, sobre todo julio y agosto, con una cierta alegría en todos, los reencuentros familiares  y con amigos  van a provocar momentos de disfrute y consumo, aunque hemos de tener en cuenta la desaparición del turismo extranjero en estos meses.
  • A partir de septiembre podremos comenzar a ver lo que puede ser una crisis económica sin precedentes. Veremos cómo aguanta el pequeño comercio -los bares y restaurantres- ,  y cómo la crisis ecómica modifica los hábitos de consumo, tanto en el hogar como fuera de él. Por lo tanto, la claridad de cómo nos va afectar esta crisis, la veremos pasado el verano.

 

Por eso nuestras medidas son a corto plazo, con el fin de poder dotar al sistema de liquidez,  y a medio plazo -que para nosotros es septiembre- con aperturas de mercados exteriores y promoción en el mercado interior para fortalecer toda la cadena del vacuno.

 

Nuestras medidas son a corto plazo, con el fin de poder dotar al sistema de liquidez,  y a medio plazo -que para nosotros es septiembre- con aperturas de mercados exteriores y promoción en el mercado interior para fortalecer toda la cadena del vacuno.

 

Y ahora que hemos visto que el sector de la carne ha sido un sector esencial durante esta crisis… que hay que decir a todos los críticos.

 

Pues usted lo ha dicho. Servicio esencial. Hemos estado al pie del cañón. Manteniendo la actividad en producción, porque a quien cuida los animales no se le puede aplicar un ERTE; en industria, con una labor ejemplar en el cuidado de los empleados para evitar los contagios y manteniendo el ritmo a pesar de las dificultades, con un comercialización que levanta sus persiana todos los días para que el consumir no se vea desabastecido de los productos que demanda… en fin, se trata de un trabajo de toda la cadena del cual nos debemos de sentir todos muy orgullosos.

 

Es necesario que Comisión Europea ponga los cimientos para que el sistema siga funcionando y que no dejen caer su entramado agroindustrial, compuesto por productores, industriales, comercializadores, transportistas, proveedores de servicios, etc. En definitiva, todo aquella estructura que mantiene vivo un medio eminentemente rural, tan importante cuando se habla, por ejemplo, de la España vaciada. Pues ahora es el momento de que apuesten para no se vacíe más.

 

Tengo que reseñar el impecable comportamiento del sector agroalimentario español y su importancia a nivel estratégico. En España teníamos sectores puntero para la economía, turismo y agroalimentaio y ya sabemos qué va a ocurrir este año con el primero.

Haríamos bien, a nivel político y social, y también para las entidades de crédido, bancos, etc, en fijar la vista en nuestro sector. Ahora soy yo el que lanzo esta pregunta: ¿Qué hubiera pasado en España si no hubiéramos tenido soberanía alimentaria y hubiéramos tenido que depender de la “solidaridad” de otros países para que nos suministrasen? A lo mejor estaríamos peleándonos como con las mascarillas y los aparatos de respiración.

 

Y abro una reflexión a nivel social: Si nuestros transportistas han estado realizando los mismos viajes, si nuestras vacas siguen estando en el campo… y en cambio nuestro aire es más limpio… ¿A quién hay que culpar del cambio climático? ¿Continuamos haciéndolo con el sector animal? ¿Es justo y coherente?

 

 

¿Y cómo salimos de ésta?

Con un sector más unido, como decía antes. No hay otra. Cada uno trabajando  y apoyando la acción de sus organizaciones y  con las interprofesionales, que somos la herramienta que el sector tiene para afrontar los retos, que serán muy fuertes. Trabajando directamente con los ganaderos, comercializadores y con las instituciones. Y siguiendo siempre una misma línea de unión y solidaridad. Hay un dicho que expresa que ‘la unión hace la fuerza’. Y en momentos como los actules cobra mucha más sentido si cabe. Será mucho más difícil salir adelante, pero estamos seguros de que lo vamos a logar.

 

 

 

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